Si las pantallas son malas para los niños, también para los adultos. Se ha demostrado que el cerebro de los adultos también es plástico y cambiante.
Obviamente los circuitos cerebrales de los que usamos TICS cambia. Lo que está por demostrar es si para bien o para mal.
Cada día se crean estudios a favor y en contra de todo lo que os podáis imaginar. Y más en algo tan poco objetivo como los niveles de bienestar o malestar que provoca el uso de móviles y tablets.
En fin, que aplicar el sentido común es lo que nos permite tomar las riendas de nuestra vida. Y no las estadísticas.