Yo vivo en un pueblo donde hay varias escuelas públicas y una escuelita libre. No existen otro tipo de colegios privados, y ninguno concertado. No tengo nada en contra de la enseñanza en colegios concertados, de hecho mis dos hijos han ido a guarderías concertadas, y ha sido una experiencia estupenda.
Pero llegado el momento con mi mayor no tuve ninguna intención de elegir colegio. Fue más bien al que tocaba y ya se quedó ahí. No es que tenga nada en contra del colegio en sí, pero mi hijo tuvo que enfrentar algunas dificultades y como madre separada no tengo opción de elegir si su padre se niega y se negó a cambiar de centro. Ahora está bien allí, aunque por su forma de ser me hubiera gustado otro proyecto educativo.
La hija de mi marido va otro centro en la ciudad que eligió en su momento su padre, después de descartar el que le tocaba por zona. Esperó al último día para ver en qué centros quedaban plazas, porque tienen obligación de decirlo y le gustó uno bastante interesante, en el que tienen como núcleo de su proyecto educativo la educación emocional y la ausencia de deberes. Yo hubiera dado lo que sea por quitar los deberes de casa y estoy feliz que el centro de mi hijastra así lo contemple.
En el de mi mayor como potencial tiene una AMPA estupenda, organizada y movilizada donde van consiguiendo cada año mejorar un poco más el proyecto y las instalaciones. Pero el proyecto no cuadra del todo con lo que buscaba para Matilde.
Ya hemos empezado a visitar colegios. En mi pueblo todos tienen el mismo ratio de alumnos. Entre 22 y 26 lo cual es muy alto. Y si algo de verdad cambiaría las cosas en los colegios en su calidad educativa sería bajar los ratios de profesor por alumno.
En los centros de mi localidad además hay un monitor de apoyo para los niños de infantil, y el último que he ido a ver según dicen son flexibles con el tema del pañal. Algo que nos preocupaba y que depende del centro hay más o menos respeto con este tema. El tema de monitores en el pueblo lo lleva el ayuntamiento así que supongo que todos contarán con uno.
Dentro del apartado de las instalaciones me gustan más los centros pequeños. Creo que están más encima de los niños. Uno en concreto de mi pueblo suele tener alumnos con muy buenos expedientes. De hecho mi hermana coincidió con tres alumnas de este centro con expedientes de Matrícula de Honor en el Bachiller. Y este que es un dato no estadístico, a mí, que creo que es bueno tener estudiantes aplicado, me interesa. Creo que Matilde es una niña tranquila y aplicada y que puede sentirse cómoda en un centro que se centre en el currículum académico.
Andalucía además tiene horario intensivo de 9 a 14 horas. Por lo que para trabajar más cómodos nos interesa un comedor y un aula matinal. Además, a mí me gusta que mis hijos coman en comedor. Mi mayor siempre lo pide, y excepto en una época que no había plazas y otras que era yo la que quería pasar más tiempo con él después de separarme, me interesa el comedor también.
El aula matinal nos es muy cómoda ya que tenemos tres niños en tres centros escolares. La mediana en Sevilla (cosas de la compartida) y el aula matinal le da a Alfonso si tiene que llevar a los tres, un margen de actuación.
También es importante en Sevilla que las instalaciones cuenten con aire acondicionado y los exteriores con sombras.
Como dato curioso, los tres colegios elegidos he estado cursando parte del colegio. Cuando era pequeña mis padres tenían que mudarse a trabajar a otros sitios y luego nos cambiamos de casa. Justo los tres colegios que quiero, he sido alumna de ellos. Así que tengo aún más idea de cómo es cada uno. Yo que siempre he sido un poco repollo con alma de rebelde, sé que esos tres están bastante bien. Aunque uno de ellos si que tuve problemas. Lo bueno en los pueblos es que si algo va mal, tampoco será difícil de cambiar. Vivo en un pueblo grandecito, así que hay bastante para elegir.
Después de ver qué tenemos y lo que queremos, tenemos ya vistos tres colegios que nos interesan, y que iremos a ver el último día para ver qué plazas hay en cada uno y ver con cual nos quedamos.
Si estáis eligiendo colegio hacerlo de corazón. Y si no acertáis, seguramente cambiar no sea un drama. Así que adelante.
