Encontré el antiestrías que funciona.
Con Gabriel me salieron tres estrías. Tres. En la última semana del embarazo salieron todas. Como si me estuvieran esperando. Así que decidí que con Matilde no me iba a pasar.
Y se me iluminó una bombillita. Una idea genial.
Me acordé que meses atrás me había caído de boca con la bici. Me había abrasado la cara con la arena. La hostia que me pegue fue tremenda. Zas.
Cuando vi cómo me había quedado la cara me asusté mucho. Es verdad que cuando está todo inflamado da como mucha grima.
La cuestión es que para la cara me dieron una crema que la pasa la seguridad social llamada «Blastoestimulina». Que tiene entre sus ingredientes extracto de centella asiática.
La centella asiática es esta planta. A mí me sonaba a superplanta exhuberante, pero no.
La centella asiática tiene muchísimos efectos probados, que eso es importante, en cicatrizaciones de heridas. Mi cara dio fe de ello. Meses después mi cara estaba totalmente recuperada del hostión que me pegué con la bicicleta.
Las estrías se deben a una rotura de colágeno y la centella asiática estimula la producción de colágeno. Y yo quería una crema que tuviera este componente.
Al final encontré la crema que me iba a salvar la vida y pedí unas pruebas. Me fueron genial, pero no estaba en la tienda Online de suavinex. Les envié un email y me respondieron:
El resto de cosas que dicen en el email no las probé la verdad.
Al final mi madre me regalo la crema. La vendían en la farmacia de al lado de casa.
El bote de la crema antiestrías de suavinex es enorme. Tanto que todavía sigo usando la crema.
Así que me duró todo el embarazo y aún queda.
Lo importante de todo esto es que la crema funcionó. Me la ponía dos veces, por la mañana y por la noche. Y no me salió una sola estría.
Cero.
Así que recomiendo esta crema a todo el mundo. Es grande, casi medio litro. Es económica. Y además funciona.
Ahora solo me queda ponerme buenorra.
Así de buenorra como en esta foto de hace un par de años.