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¿Sabes que nuestra intuición es más poderosa que la razón?

 

Estamos programados para tomar decisiones rápidas. Analizar en segundos. La parte del cerebro que actúa así es la más desarrollada porque de ello dependía nuestra supervivencia.

La parte que razona y da mil vueltas a las cosas surgió después y está mucho menos desarrollada. Por eso pensamos peor que intuímos. Por eso lo que hacemos de primeras suele ser más acertado que aquello que tardamos meses en decidir. Deberíamos de confiar más en nosotros y nuestra intuiciones.

En los negocios se habla mucho de intuición. Muchos emprendedores te hablarán de pasión y de intuición. Son emociones puras. No es lo que pensaron que iría bien. Muchas de las cosas surgen de intuiciones más primitivas.

ENTRENANDO LA INTUICIÓN

La intuición es algo que está en nosotros. Cómo todo podemos entrenarla.

Para empezar tenemos que creerla. Cómo cuando creemos a nuestros hijos. Confiar en que está ahí.

Tenemos que visualizar en qué parte de nuestro cuerpo se refleja. Las emociones, si nos paramos a observarlas, nos mueven una zona del cuerpo. Por eso la ansiedad mucha gente la define como «un nudo en el estómago» y el amor «desde el corazón», podemos observar de qué parte de nuestro cuerpo surge la intuición. La intuición suele venir acompañada de otra serie de emociones como el miedo, alegría, amor, tristeza. Confiemos en lo que nos hace sentir la intuición.

Prueba a acuar según tu intuición más veces y observa lo que pasa.

Quizás en un mundo como este, la intuición la hemos dejado de lado ¿Qué tal si conectamos de nuevo con quien realmente somos?

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