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#10 Evita a los envidiosos

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La envidia es una enfermedad. Todos en algún momento hemos sentido envidia. Entendamos la envidia como la emoción negativa que nos produce que a otra persona le vaya bien y tenga éxito. Y sí, lo hemos sentido todos. En mi caso lo he sentido con respecto a personas que no creía merecedoras del éxito.

Pero este sentimiento en realidad no nos ayuda en nada. ¿De qué nos vale sentir mal porque a otros les vaya bien? Te das cuenta que en realidad es un sentimiento destructivo. Y siempre es mejor construir que destruir. Por tanto si utilizamos el éxito de los demás para darnos cuenta de que nosotros también podemos o para inspirarnos en ellos entramos en emociones más positivas y a la vez nos sirve para construir sobre estas emociones.

El problema es cuando los envidiados somos nosotros. Es dificil lidiar con ello porque se ocultan en forma de personas críticas, o personas desmotivadoras. Por eso es mejor mantener a raya a este tipo de personas, porque a veces se convierten en enemigos de nuestra motivación y en malos consejeros.

Además de esto, permanecer en contacto con personas envidiosas hacen que se activen dentro de nosotros esas malas emociones que vibran en su interior y que se trasmiten como si fueran ondas de sonido. Los más escépticos le echan la culpa a las neuronas espejo. Lo cierto es que las personas que tienen emociones negativas hacia nosotros nos hacen sentir mal.

El problema es que a veces estas personas se disfrazan de amigos que hacen críticas supuestamente constructivas. O personas que te aconsejan abandonar. Por eso es importante detectar qué es realmente lo que pasa.

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